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Además, el tarot actúa como un recordatorio de la complejidad y la fluidez de la existencia. Nos recuerda que la vida está llena de altibajos, y cada carta es un testimonio visual de esta realidad.
Esta es una posición increíble para tener en cada lectura porque cuando ocurren problemas en nuestras vidas, a menudo pensamos que somos la causa. Este beneficio para el Tarot a menudo te ayudará a darte cuenta de que esta situación tiene que ver con influencias externas que en realidad están fuera de tu control.
La presencia de El Diablo refleja una relación donde ambas personas se sienten atadas, incapaces de liberarse a pesar de que saben que la situación les está haciendo daño.
No podemos confiar ciegamente en lo que dice el tarot, ya que nuestras acciones y elecciones también influyen en los resultados.
Además, su disposición sugiere una forma de complicidad, lo que enfatiza la idea de que a menudo elegimos permanecer en situaciones perjudiciales por miedo al cambio o la incertidumbre.
Un elemento destacado son las dos figuras humanas encadenadas que se encuentran a los pies del Diablo. Estas figuras, un hombre y una mujer, representan la dualidad de la condición humana y la lucha entre la libertad y la esclavitud.
No tiene un origen claro pero se le vincula a la serie de Tarocchi del año 1500, aproximadamente. No aparece hasta las versiones medievales como tal, sino hasta la creación del Tarot de Marsella a finales del siglo XVII.
Al ver las situaciones a través de los símbolos y arquetipos del tarot, se pueden obtener nuevos conocimientos sobre las motivaciones y desafíos personales.
El Diablo puede sostener una antorcha, iluminando las sombras pero también quemando y destruyendo. Esto simboliza la luz que la verdad y el conocimiento pueden website traer, incluso si esta verdad es incómoda o destructiva.
Contrariamente a las apariencias, el Diablo invertido es una carta mucho más fácil de interpretar que el arcano en su tirada tradicional. La imagen pierde parte de su potencial destructivo, ya que su influencia solo se extiende a los aspectos psíquicos, sociales y sexuales. Resulta menos apremiante y conduce gustoso a la concienciación del consultante respecto a los vínculos de dependencia que mantiene con ciertas personas o situaciones.
Las figuras humanas que aparecen en la carta suelen estar encadenadas al pedestal del Diablo, lo que indica que sus ataduras son más psicológicas que fileísicas. Estas cadenas representan las adicciones y las dependencias que nos mantienen atados a nuestros miedos y materialismo.
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